venerdì 24 aprile 2015

Diseñador que se inspiró en la Wiphala para el uniforme de la Selección recibió amenazas


El diseñador británico Angelo Trofa recibió insultos y amenazas en sus redes sociales por haber publicado una propuesta para el uniforme de la Selección Nacional de Fútbol que estuvo inspirada en los colores de labandera Wiphala, reportó la BBC News.

Trofa dijo que su diseño fue inspirado por la bandera que representa a la población indígena de Bolivia y que la dibujó después de visitar el país en enero de este año sin el ánimo de ofender a nadie, además lamenta que exista una división de identificación en el país.

"La Wiphala y la cultura indígena realmente ha dividido al país (…) La intención no fue ser controversial, sólo me inspiré en una cultura tan colorida y única. Lamentablemente, las relaciones entre las dos identidades de Bolivia no son las mejores, eso me llevó a recibir comentarios muy negativos de personas que se niegan a aceptar cualquier forma de asociación con la bandera - lo cual es triste- porque te hacen sentir que el país no aprecia esa identidad cultural única que tienen los pueblos indígenas", escribió Trofa en su cuenta de Facebook.

Según la nota de la BBC News Trofa recibió mensajes de bolivianos furiosos que pedían "más respeto", otros hacían alusión a que lo "matarían" si volvía a Bolivia, algunos a que se "respete al país y sus tradiciones" al manifestar que la bandera nacional es la tricolor: rojo, amarillo y verde, finalmente, otros comentarios fueron "abusivos".
También recibió algunos comentarios positivos. El diseñador de 26 años de edad trabaja en la moda desde hace tres años y publica regularmente diseños en su blog y cuentas en redes sociales. Además es conocido por realizar bocetos para distintos equipos y selecciones del fútbol y de otras disciplinas.


La bandera Whipala representa a los nativos de los Andes y alrededor del 60 por ciento de la población de Bolivia. En 2009 fue reconocida como Bandera Nacional y se le dio el mismo estatus que la tricolor boliviana.

Fuente: Los Tiempos

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