venerdì 10 aprile 2009

287 VICTIMAS DE SISMO, 20 NIÑOS, DIJO BERLUSCONI

ROMA, 9 (ANSA) - Al menos 287 muertos, 20 de ellos menores de 16 años, una decena de desaparecidos y 27 mil personas sin vivienda causó el sismo del lunes en el centro de Italia, según cifras oficiales difundidas hoy, mientras continúan las búsquedas y se suceden las réplicas, 65 entre la medianoche del miércoles y esta mañana.
Carabineros y servicios de socorro del comando provincial continuaban hoy patrullando L'Aquila, capital de Abruzzo, donde por la madrugada hubo un sismo de 5,2 grados Richter, y las áreas más aisladas azotadas por el terremoto que el lunes sacudió a la región central de Italia.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología registró el nuevo temblor, con epicentro en las alcaldías abruzzesas de Scoppito, Villagrande y Collimento, reportó Protección Civil.
"Continúan los temblores" en la zona afectada por el terremoto, "temíamos más temblores: hubo 65 entre la medianoche y las 7.16 locales de la mañana" algo que "hace difícil intervenciones y socorros y la certificación de las casas", dijo el presidente del Consejo de Ministros, Silvio Berlusconi, en conferencia de prensa en el Palazzo Chigi.
Berlusconi enumeró luego las estructuras públicas no utilizables, citando información de la prefectura, como la Corte de Cuentas, el Palacio de Justicia, el Palacio de la Región y el hospital.
A L'Aquila fueron enviados refuerzos para llegar a casas de acceso muy difícil, aunque menos dañadas, y para vigilar algunos barrios de la periferia, considerados blanco de robos y rapiña.
Muchos ciudadanos tienen miedo de perder no sólo la casa, sino también las pocas cosas que lograron salvar del terremoto.
También hay quienes se organizaron en grupos que, cumpliendo turnos, vigilan un barrio o o el sector en que viven.
Las patrullas recorren todas las calles del centro -desde Fontana a Corso Vittorio, desde Plaza Duomo hasta Porta Leone, desde Villa Comunale hasta Via Strinella- y luego se dirigen a los pueblos de Tempera, Onna y Paganica.
L'Aquila es una ciudad fantasma con las calles vacías y las casas destruidas, donde sólo circulan hombres y medios de las fuerzas de policía y socorristas. Algunos afirman que es una ciudad muerta y que quizás podrá renacer, como prometieron las autoridades, pero recién dentro de muchos años, tal vez diez. En tanto, el ejército de los damnificados deberá tratar de sobrevivir de algún modo.
Berlusconi subrayó que "no hay necesidad de que se envíen mercaderías a Abruzzo, sino que es más necesario contribuir a través de las cuentas corrientes puestas a disposición para las ayudas".
El jefe de gobierno invitó a hacer donaciones garantizando que se hará "una rendición de cuentas contable precisa acerca de cómo se gasta el dinero que nos llega para ayudar a las poblaciones".
El presidente, Giorgio Napolitano, se declaró "muy golpeado" al término de su visita a Abruzzo: "Cada una de estas imágenes permanecerá impresa en mi mente", afirmó.
En particular, Napolitano habló con "admiración" del esfuerzo de los socorristas y de las organizaciones voluntarias. La misma admiración expresó el presidente hacia la población que se encuentra en los campamentos: "Vi una gran dignidad, compostura y espíritu de adaptación".
Pero además, el presidente llamó a todos los sectores del país a un "examen de conciencia" para determinar qué pudo haber sido mal hecho en la prevención de sismos y en las construcciones.
DFB
ANSA

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