Pese a que la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, confirmó que el presidente Evo Morales no le respondería al presidente chileno, Sebastián Piñera, por considerarlo un interlocutor no válido de Chile, este miércoles, el mandatario boliviano se refirió al tema y dejó en manos de La Haya la demanda marítima boliviana.
“Será La Haya que dirá si es verdad o no es verdad, creo que no es responsabilidad del Gobierno nacional decir si es verdad o no los argumentos, los elementos sobre una demanda. Dejamos en manos de La Haya, dejamos la demanda en manos de la Corte Internacional de Justicia”, dijo Morales.
El 10 de febrero, Piñera manifestó que tras estudiar a fondo la petición boliviana y la jurisprudencia internacional, llegó a la conclusión de que la demanda boliviana carece de argumentos legales y, en consecuencia no tiene destino.
Por otra parte, Morales informó de que hasta Palacio de Gobierno llegó desde Chile la invitación a la posesión de la presidenta electa, Michelle Bachelet; sin embargo, el jefe de Estado no confirmó ni descartó su presencia en La Moneda. “Me ha sorprendido esta invitación, vamos a hacer una evaluación para ver si participamos o no en la transmisión de mando”, indicó.
Al mismo tiempo, anunció que el 26 de febrero se ausentará a Perú en donde el 27 sostendrá una reunión con su par peruano, Ollanta Humala. Morales viajará a Perú con la ilusión de negociar algunos puertos que el país pueda utilizar para exportar sus productos al exterior por el Pacífico.
“Ojalá avancemos y resolvamos algunos temas pendientes con Perú, para acelerar las exportaciones por Ilo. Mi gran deseo es tener un encuentro en Ilo con el presidente Humala”, acotó.
Bolivia demandó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el 24 de abril de 2013 para forzar a ese país a negociar de buena fe una solución en firme a la centenaria reivindicación boliviana de recuperar su salida al océano Pacífico, perdida en una guerra de finales del siglo XIX.
EL DEBER Digital
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